Analectas - Confucio "Maestro Kong"; 孔子 | 1ª Parte

 Confucio decía de la música Shao que era absolutamente bella y absolutamente buena, mientras que de la música Wu decía que era absolutamente bella, pero no absolutamente buena.

Confucio dijo: «El hombre superior, cuando come, no pretende hartarse, ni en su casa busca estar tranquilo y despreocupado; es diligente en los asuntos, pone cuidado en sus palabras y busca a los que poseen la doctrina para que le rectifiquen. De un hombre así es de quien puede decirse que es alguien que ama el estudio».

Confucio dijo: «El hombre superior no se pone a favor ni en contra de nada en el mundo, sino que sigue lo que es justo».

En cierta ocasión el Maestro deseaba vivir entre las nueve tribus bárbaras. Alguien le dijo: «Son hombres muy rudos, ¿cómo os arreglaríais para hacerlo?» A lo que Confucio respondió: «Si un hombre superior viviera con ellos, les desaparecería la rudeza».

Zilu hizo a Zigao gobernador de los Bi.
Confucio le dijo: «Estás perjudicando a mi discípulo».
Zilu contestó: «Hay muchas clases de personas, igual que muchos espíritus, ¿por qué es necesario haber leído libros para considerar que se ha aprendido?».
Confucio dijo: «Ésta es una de las cosas por las que me disgustáis vosotros, los que siempre tenéis una contestación».

Zizong preguntó acerca de la amistad y Confucio le dijo: «Advierte a tu amigo con lealtad y guíale bien. Si vieras que no es posible, detente y no te dañes a ti mismo».

Confucio dijo: «El que posea una profunda fe y un gran amor al estudio y los mantenga hasta la muerte, haciéndose cada vez más perfecto en el buen Camino.
» No entrará en un Estado que se tambalea, ni vivirá en un país revuelto. Cuando el mundo rija la buena doctrina se dejará ver y se ocultará en caso contrario.
» Si el Estado está gobernado de acuerdo con las normas del Camino, la pobreza y las privaciones le avergonzarán, mientras que si el Estado está mal gobernado, la riqueza y los honores serán los que le avergüencen».

Cuando Zeng zi estaba enfermo, Meng Jing zi fue a preguntarle cómo se encontrarle cómo se encontraba.
Zeng zi le dijo. «Cuando un pájaro está a punto de morir sus trinos son tristes, cuando un hombre agoniza sus palabras alcanzan una mayor excelencia.
» El hombre superior debe valorar sobre todo tres principios de conducta que sus movimientos y actitudes estén lejos tanto de la violencia como de la despreocupación, que los gestos de su cara estén corregidos por la sinceridad y que sus palabras y exclamaciones estén lejos de la vulgaridad y la grosería. Para los pequeños problemas de vasos rituales ya hay funcionarios especializados».

Confucio dijo: «No comprendo cómo puede haber gente que es violenta sin ser recta, que no presta atención a pesar de ser estúpida y que no tiene sinceridad aunque le falta inteligencia».

Confucio dijo: «Es difícil que una persona que se ha dedicado durante tres años al estudio no alcance un alto grado de bondad».

Confucio dijo: «Zichan tenía cuatro de las características del hombre superior: en lo que hacía para sí mismo era humilde; era respetuoso con el servicio a un superior; generoso cuando se trataba de alimentar al pueblo y justo en su administración de los súbditos».

Zigong quería eliminar el sacrificio de un cordero vivo que se realizaba el primer día de cada mes.
Confucio le dijo:  «Tú amas el cordero, yo amo la ceremonia».

Confucio dijo: «Hay gentes que actúan sin saber por qué, pero yo no soy de esos. Yo oigo mucho, selecciono lo mejor y lo sigo, veo mucho y lo recuerdo, y todo esto supone una fase más elevada de conocimiento».

El duque Ai preguntó: «¿Qué hay que hacer para garantizar la sumisión de los súbditos?». Confucio respondió: «Eleva a los rectos y pon a un lado a los torcidos y los súbditos se someterán; eleva a los torcidos y pon a un lado a los rectos y no se someterán».

Confucio dijo: «Las cosas superiores pueden explicarse a las personas que están por encima de la mediocridad y no a los que están por debajo».

Fan Chi preguntó qué era la sabiduría y Confucio contestó: «Atender a los súbditos con justicia y respetar a los espíritus, permaneciendo lejos de ellos, es lo que puede llamarse sabiduría». Fan Chi le preguntó a continuación en qué consistían las virtudes humanitarias y Confucio dijo: «Los que poseen estas virtudes se aplican primero a resolver las dificultades de las mismas y sólo más tarde cuidan de los resultados que de ellas se pueden obtener. A los que así obran puede llamárseles virtuosos».

Confucio dijo: «Cuando las cualidades naturales se imponen sobre las que da la educación, el sujeto en cuestión será un rústico; cuando lo aprendido domina a lo innato, el individuo de que se trate será un vulgar funcionario; cuando lo natural y lo que deriva del estudio están armoniosamente mezclados es cuando nos encontramos ante un hombre superior».

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